Después de comer no tardamos en entrar en Italia.
Marisa haciendo fotos a destajo, y es que lo que se divisa..., lo merece.
El cielo comienza a encapotarse.
Comenzamos a subir el Paso de Mauria y comienza a llover, ya m’extrañaba a mi un viaje sin lluvia.
Justo arriba para de llover..., iniciamos la bajada mojada pero el sol vuelve a brillar.
Pero el tiempo se complica, cada vez las nubes son más compactas otra vez, y se van viendo menos claros, hay que buscar refugio pronto si no..., nos calaremos hasta los huesos, además ya va siendo hora de parar.
El lugar elegido es el Camping International di Cologna en las orillas del Lago di Pieve.
Nos viene justo plantar la tienda y cambiarnos de ropa..., comienza el diluvio.
Viendo caer la lluvia..., tomamos una cervecita en el Rte. del camping.
Lo mejor del camping el restaurante, no solo del camping si no de los alrededores. La cena estupenda eso si, el precio algo carillo.
El camping no es nada recomendable, solo tiene bueno el Rte. y el enclave, todo lo demás es muy muy justito, tan justito que no llega, así que si vais por ahí..., pasar de largo, salvo que queráis parar a comer.
La mañana siguiente amanece soleada...
Decidimos descansar un poco de moto, que llevamos tres días sin bajarnos d’ella, y disfrutar un poco de los paisajes dolomiticos.
Dejaremos que las fotos hablen por si mismas...
Hay que tomar algo..., eso si, el cerdo aún se lamia las heridas.
Y mientras estábamos en la terracita de avituallamiento viendo pasar motos y más motos..., pasaron estos...
Animaletssss
Al día siguiente, después del merecido descanso y andanzas por los Dolomitas pusimos la rueda rumbo al Mediterráneo, cruzar Italia de parte a parte por su lado norte.
Siempre que hago esa autopista me parece la mar de divertida, por sus túneles y su curvas de 4ª , una lastima que siempre lleve tanto tráfico. La Specia – Cannes.
Aquella jornada nos llevo hasta Savona, localidad playera cerca de Genova.
Nos llamó poderosamente l’atención que las playas allí sean semiprivadas.
Otro día y vuelta a la moto, este día habíamos decidido intentar hacer la carretera vieja costera lo más posible si el tráfico nos lo permitía, haciendo una incursión en Mónaco si era posible.
La carretera se nos hizo eterna, toda la mañana para hacer 150 km. es cierto que tiene tramos muy bonitos..., pero no compensa, pasa por el medio de todas las poblaciones.
A lo lejos se divisaba Mónaco...
Y entramos, vaya si entramos..., con un tráfico y calor de muerte..., pero lo hicimos.
Y llegamos hasta el puerto..., donde nos cobraron 12 € por dos coca colas...¡¡¡
La verdad sea dicha..., es más feo que pegarle a un padre.
Saturados del agobio monegasco, salimos echando leches y por autopista hasta la ciudad francesa y portuaria de Toulon donde habíamos decido pasar la noche.
A Toulon llegamos algo tarde.
Pero nos dio tiempo para unas cervecitas en el paseo marítimo. ¿Sabéis lo que cenamos aquella noche? KEBAB...¡¡¡
Al día siguiente l’aburrida autopista francesa nos llevo hasta el Aire du Fitou, casi la última antes de salir de Francia con dirección a España..., esto se acababa...
Pero aún nos daríamos un garbeo por la costa brava..., esa carretera m’encanta.
La noche la pasamos en Cadaques, un pueblo que ya conocemos y que nos gusta mucho, sobre todo..., las anchoas...¡¡¡
Al día siguiente era demasiado pronto para volver a casa, así sin anestesia ni nada.
Decidimos quemar los últimos cartuchos (y euros) del viaje, tomando el sol catalán y haciendo algo de deporte.
Comiendo bien...
Pasándolo cojonudamente en definitiva.
Al día siguiente el viaje tocaba a su fin, estiré lo que pude la vuelta por carreteras interiores de catalunya..., pero al final hay que salir a l’autopista..., a las 19’00 h. llegábamos a casa. Celia nos estaba esperando.
Aquí concluye 29 días después y 8.500 km. de pura moto, el viaje con más incidencias de los que hemos hecho..., incidencias que a estas alturas ya se han convertido en sonrisas y batallitas que contar.
Y esto es to, esto es to, esto es todo amigos....¡¡¡
V’sssssssssssss
