La mañana siguiente amaneció pronto para nosotros, a las 4’30 de la mañana. Tenimos la excursión en GLOBO por la Capadocia.
Pasó la furgoneta a recogernos y llevarnos a un descampado en medio del monte, donde había más gente y una mesa puesta con pastas y Çai, pronúnciese “chai” y significa te.
Mientras se van hinchando los globos.
Conyo, ya estamos dentro...¡¡¡
Comenzamos a subir.
Ya me callo.
La furgoneta viene a toda leche a recogernos por caminos rurales.
El piloto “Yamaha Brothers” me dijo que tenia una R1 y los compañeros globeros. La mesa improvisada con Cava, Champagne y algún que otro vino espumoso..., eran las 8 de la mañana...¡¡¡
Una vez terminado el genial viaje en globo, al hotel a desayunar deprisita que teníamos contratada otra excursión, esta vez a las ciudades subterráneas de la Capadocia (Deminkuyu, Kaimakli...), al Valle de Ihlara...
La verdad es que las ciudades subterráneas nos decepcionaron un poco, no tienen gran cosa, que duda cabe de su dificultad, una d’ellas tenía 8 plantas, visitamos 5 de las 8, pero que vaya que no nos impresionó nada de nada.
Por el valle de Ihlara.
El Valle de Ihlara, es un desfiladero ni especialmente grande, ni angosto, ni bonito ni ná de ná.
Tan solo un pequeño rio por el medio y una senda que discurre a su lado.
Allí lo tienen como una de las maravillas de la Capadocia..., está claro que no han visto el río Cuervo, ni el Cabriel, ni el Cares ni nada, supongo que por aquella zona semidesértica, algo verde y con agua debe de ser la leche para ellos. A nosotros no nos dijo nada.
Dios nos cría y nosotros...
Por aquí, también abundan los velos.
Y este fue el lugar elegido por la excursión para comer, con los pies en el agua, que no estaba fría todo sea dicho de paso.
Ya por la noche, llegamos al hotel, cansados..., pero con la sensación de habernos hecho a la Capadocia y no al contrario.
Aquella noche, volvimos a cenar en el Micro Restaurante de Ürgüp, que así se llama y que recomendamos por la calidad y sus precios, y comenzamos a planear la vuelta..., que no la llegada...¡¡¡
Disculpad, pero a veces uno no es dueño de su tiempo... :wink:
A la mañana siguiente abandonamos Ürgüp y con ello la Capadocia, pusimos la rueda de nuestra moto en dirección a Estambul.
Una buena parte de la carretera discurre pegada al Tuz Gölü otro lago salado de Turquía y el segundo en tamaño, para que os hagáis una idea, en invierno cuando está lleno llega a tener 80 km. de largo. Un caso curioso d’este lago es que por zonas va cambiando de tonalidad del azul al rosa.
Ahora que vamos por carretera, aprovechemos una parada en la gasolinera, para desmitificar algunas cosas y acabar con alguna leyenda turca.
Para empezar diré que en Turquía hemos pagado la gasolina más cara de todo el viaje, llegando a pagar hasta 1’48 €/l, y en cualquier caso no hemos pagado allí menos de 1’45 €/l. Como indicativo diré que en Francia estaba alrededor del 1’35 €/l y el Italia del 1’38 €/l.
También creo necesario comentar sobre el pago de la gasolina, diré que siempre he podido pagar con la tarjeta de crédito. Afortunadamente y muy a mi pesar, las multinacionales del petróleo están posicionándose en el país. Y digo afortunadamente, porque las escasas gasolineras que quedan de particulares están dejadas de la mano de dios, ni aseos, ni compresores de aire, surtidores viejos, accesos malos, sin techado, firme de grava en el mejor de los casos y dudo mucho que acepten tarjetas de crédito, pero tranquilos a los que vayan porque d’esas ya quedan muy pocas.
Estoy en contra de las multinacionales por sistema, pero en el caso que comentamos vienen muy bien, surtidores modernos y múltiples con un empleado en cada surtidor que te pone gasolina (puestos de trabajo), con respecto a los aseos hay de todo, pero hay, compresor de aire, en muchas un lugar donde comer a precio y calidad aceptables (probamos alguna) firme liso y techado para el caso de lluvia. Otro mundo, una lástima pero es así.
Otra de las cosas que se leen por ahí cuando uno/a va a realizar un viaje a Turquía, es la precaución que se debe de tener con la ausencia de gasolineras, ir siempre lleno por si acaso.
Turquía es un país que está sufriendo grandes cambios en muy poco tiempo, es posible que en alguna zona remota pueda haber alguna dificultad de suministro, pero ya quedan pocas zonas remotas en allí, pero en cualquier caso el viajero va a encontrar gasolineras a mansalva. Aún así la precaución no mala..., pero sin exagerar.
Con respecto a las tarjetas de crédito comentar que en todos los pueblos de más de 2.000 nüfuso (en todas las señales nominativas de la población pone los habitantes) hay al menos un banco, y ya se sabe que donde hay un banco hay un cajero, de hecho los turcos los utilizan bastante, no es extraño ver colas delante de un cajero para sacar dinero.
En las localidades fuera de los círculos turísticos va a ser difícil que os acepten la tarjeta salvo en gasolineras, ni en restaurantes, ni en comercios ni en “pansiyon” u otro tipo de alojamiento ya de por si complicados de localizar.
Todo lo contrario ocurre cuando nos encontramos en los lugares turísticos, que hasta los “souvenirs” los puedes pagar con la “card”. Como en el resto del mundo.
En cualquier caso Turquía es un país bastante más adelantado de lo que nos imaginamos..., y más atrasado de lo que sería deseable.
Teniamos claro que llegar a Estambul sería complicado, así que decidimos quedarnos en Bolu a 250 km. de Estambul, una ciudad mediana próxima al lago Gölköy Barají.
Es curioso, pero al preguntar el precio de un hotel y decirnos una barbaridad de dinero, intentamos regatear con el argumento de que veniamos de la Capadocia y un hotel de más estrellas y con piscina, costaba menos de la mitad de lo que nos pedia..., la respuesta fue “la Capadocia es la Capadocia y Bolu es Bolu” la nuestra resulta obvia..., au.
No sin dificultad pudimos alojarnos en un hotel a un precio más aceptable. La ciudad tiene un paseo agradable y una movida actividad comercial, pero desde luego está alejada de los circuitos turisticos al menos para los extranjeros..., era difícil conseguir cerveza.
Después de pasar mucha sed, al final accedimos a comprarnos una Efes en las “tipicas” tiendas turcas, parecidas a nuestros viejos “ultramarinos”. Allí si tenian lo que buscabamos, cerveza fresquita..., cual fue nuestra sorpresa cuando el “tendero” nos envuelve la lata con papel de periodico para que no nos la vieran..., estaba mal visto. No aguantamos más y sentados en un murete, dimos buena cuenta d’ella.
Aún así algunas ciudades turcas te sorprenden con restaurantes como este.
Pero en cualquier caso, esto muy común en Turquía, las casas se caen, esta en concreto daba miedo, sacada de una film de terror..., donde no falta ni la parabólica ni la energía solar. Y aseguro que la casa se caía.
Eso si, nos dimos una de las mejores cenas desde que estábamos en Turquía, por 15 € los dos. Eso si..., con Coca Cola.
Continuará....
V’ssssssss
El Viaje De Las Piedras 09 Y Iii
Started by
errante
, Oct 26 2009 12:27 pm
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